martes, febrero 26, 2008




Y es este lunes que arrastra consigo jirones de ti.
El mismo lunes.
Siempre el mismo.
Parece otro en la tarde,
pero es tan él en la noche.

Conozco su forma,
Se desliza suavemente entre mis sabanas,
para ahogarme en dolor.
Irrrumpe con tu sonrisa en los brazos
y yo desvanezco hasta la muerte,
me habla con tu voz e intento convencer a mi alma,
pero tu olor a hierva penetra mis entrañas
y caigo rendida.

Este lunes.
Siempre el mismo.
No se resigna con habernos perdido.
Inventa historias de flores lilas,
de arboles cómplices...
No entiende que aquel otoño
te llevó para siempre.


by Andrea Podestá

viernes, febrero 15, 2008

Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.


Se desciñe la niebla en danzantes figuras.

Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.

Suena, resuena el mar lejano
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.

Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo,
los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

Pablo Neruda, 1924